lunes, 3 de marzo de 2014

VICTORIA MACULADA

Partido 24: Victoria Maculada.
26/02/2014
Resultado: 3-4

El resumen de esta crónica es que sobre el campo solo hubo un equipo, el blanco, que disputó una hora de fútbol 7 contra un grupo de jugadores que iban de rojo.

A priori y sobre el papel, los rojos eran favoritos. De hecho, si mañana repitiéramos alineación, los rojos seguirían siendo favoritos (pese a quien pese), siempre y cuando actuaran como un equipo, ya que en el encuentro del pasado miércoles, salvo unos minutos iniciales de toques y jugadas bien enlazadas, los rojos se dedicaron a complicarse la vida con pases difíciles, una estrategia previsible y una creciente incapacidad para construir juego.

A esto hay que sumar una progresiva y creciente falta de concentración, personificada en el que relata, como actor secundario en el maravilloso gol de Cuadri, del que fui mero espectador boquiabierto, y que evidenciaba mi incompetencia ya que en lugar de estar metido en el juego me hallaba pensando dónde tendrían que ubicarse mis compañeros de elástica bermellón. 
A esta falta de concentración hay que añadir además la ausencia de un líder que organizara el juego, las posiciones tras las rotaciones en la portería y decidiera la estrategia del equipo. Un capitán que motivara, que hiciera correcciones efectivas mas allá de un “aquí, fácil, cojone” y que cargara con el equipo a la espalda en los momentos cruciales.

Eso sí, y es de derecho reconocerlo, a los rojos no se nos puede reprochar falta de ímpetu, ganas y señorío, pues nunca bajaron los brazos. Y a pesar de las carencias mostradas y al gran rival que tenían en frente, siempre creyeron en un resultado mas ajustado a la realidad de la calidad de sus jugadores.

Sin embargo, la victoria blanca es mas que justa y merecida. El guardameta melenudo paró varios lanzamientos peligrosos. La defensa, expeditiva, actuó con contundencia, rapidez y fue una línea complicada de sobrepasar. El centro gobernaba el partido, moviendo el juego con inteligencia y peligro. La delantera dinámica provocaba el desajuste del rival y precipitaba el peligro.

Un gran equipo, que además destacó por su fair play. Excepto Cuadri y Juan Antonio, claro. 

Sobre todo Juan Antonio, bastión de la normativa de la Federación Española de Fútbol.

Polémicas sobre posibles penaltis a parte, a mi no me “cuadra” que Cuadri se quede con cara de tonto, balón en el pie, reclamando un penalti durante un minuto. Me huele a pérdida de tiempo disfrazada de inocente reclamación arbitral. 
No obstante, todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, por lo que prefiero dejar el asunto zanjado sin mas, como un lance mas del partido, y sin la más mínima intención alguna de dejar la sombra de la duda sobre su cabeza.

Lo de Juan es peor..., tanto que,... hasta dudo si comentarlo, pues es harto polémico el asunto, y puede enturbiar futuras polémicas sobre el campo. (párrafo escrito tras ver Puente Viejo).
Así que me voy a permitir enterrar esta polémica sin más. Y dejarlo estar, no si antes dar la enhorabuena a ese equipo blanco que me ha enseñado que estar presente física y mentalmente en cada segundo es tan importante como meter un gol, porque de lo contrario te pueden meter uno a ti desde el centro y se te queda cara de tonto pa' tres días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario